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 DE SONIDOS, NOTAS Y ESCALAS

Categoría: El mirador
Fecha: 19/06/2012

 

DE SONIDOS, NOTAS Y ESCALAS

 

 

El Sonido

Los cuerpos, al vibrar, producen unas ondas en el medio circundante denominadas ondas acústicas. Este medio puede ser de muy diferentes naturalezas, pero a los efectos musicales que nos ocupan, nos centraremos en las ondas acústicas que se producen en el aire. Una vez creadas, estas ondas se van propagando por en el medio aéreo y pueden llegar a ser percibidas por el oído humano.

De acuerdo con esto, se denomina sonido a la sensación que esas ondas acústicas producen en el cerebro, a través del oído del receptor.

 

Cada sonido viene determinado por una serie de características:

 

  •  La altura o tono. Se entiende por tono de un sonido su calidad de agudo (alto) o grave (bajo). El que un sonido sea agudo o grave depende de la frecuencia de vibración de la fuente sonora que lo produce: a mayor frecuencia de vibración, sonido más agudo. Hasta el entorno del año 1.700 no se pudo medir con exactitud la frecuencia de los sonidos.

  • La intensidad. Es la calidad de fuerte o débil de un sonido. Depende de la amplitud de la onda sonora, pero también de la distancia entre la fuente sonora y el oyente, y de la capacidad auditiva de éste.

  • El timbre. Es la calidad derivada de haber sido producido de una u otra forma. Así, cada instrumento musical tiene un timbre (un color) diferente. El timbre depende de la forma de la onda acústica.

       

No todas las ondas acústicas son audibles para el ser humano, ni tampoco todos los sonidos le producen el mismo tipo de sensación. Hay sonidos que le resultan más o menos placenteros, como también ocurre que la combinación de dos sonidos, producidos a la vez, puede dar lugar a sensaciones de mayor o menor agrado según la forma en que se originan.

 

A este respecto, se cuenta que Pitágoras, en sus paseos por la localidad donde residía, solía pasar cerca de una fragua y le llamó la atención que el golpeteo conjunto de varios martillos unas veces conformaba un sonido agradable y otras no. Quiso saber la razón de esa diversidad y ello le llevó a estudiar el fenómeno físico del sonido, llegando a la conclusión de que el grado de armonía en el repiqueteo de los martillos dependía de sus pesos respectivos.

Avanzando en el estudio de este fenómeno, Pitágoras realizó también varios experimentos con monocordios. Un monocordio es un instrumento compuesto por una caja de resonancia sobre la cual se dispone una única cuerda tensada que descansa sobre dos clavijas móviles. En sus experimentos, Pitágoras utilizaba dos monocordios que hacía sonar a la vez, con objeto de averiguar en qué condiciones el sonido conjunto resultaba grato.

Comenzó dotando a dos monocordios de cuerdas de la misma longitud (que tomó como unidad de referencia), de modo que al pulsarlos obtuvo un único sonido.

 

A continuación, fue variando la longitud de la cuerda de uno de los monocordios y comprobando en qué situación el tañir conjunto de ambos resultaba, de nuevo, agradable, armonioso.

De ese modo, pudo constatar que el sonido más agradable se producía cuando la cuerda del segundo monocordio tenía la mitad de longitud que la otra (1/2).

Así mismo, pudo comprobar que se obtenían sonidos

agradables con las relaciones de longitud de cuerdas de 2/3 y 3/4.

De este modo genial, Pitágoras descubrió los sonidos armónicos más importantes, en relación con uno dado, los cuales hoy en día mantienen, sorprendentemente, su total vigencia. Estos armónicos son:

 

- La Octava. Se trata del sonido que se produce cuando la cuerda tiene la mitad de longitud que la inicial de referencia. Es igual al sonido original, pero más agudo. Corresponde a un salto de ocho teclas en el piano: DO – DO. Su frecuencia es doble de la del sonido original.

- La Quinta. Es el sonido que tiene lugar cuando la longitud de la cuerda es dos tercios de la inicial. Corresponde a un salto de cinco teclas en el piano: DO – SOL. Su frecuencia es tres medios de la del sonido original.

- La Cuarta. Es el sonido que se obtiene cuando la longitud de la cuerda es tres cuartos de la original. Corresponde a un salto de cuatro teclas en el piano. DO – FA. Su frecuencia es cuatro tercios de la del sonido original.

 

En resumen, dado un sonido de frecuencia f, son sonidos armónicos suyos los de frecuencias 2 f, 3/2 f, y 4/3 f.

A los sonidos armónicos también se les denomina sonidos consonantes.

 

 

 

Las Notas

Se entiende por notas musicales aquellos sonidos habitualmente utilizados en la composición musical.

A lo largo del tiempo para poder identificar cada una de las notas musicales se hizo necesario darles nombre. Así, alrededor del año 1.000, el monje Guido D’Arezzo creó el tetragama (cuatro líneas paralelas) para situar la altura relativa de las notas, y puso también nombre a siete notas básicas, asociando cada uno de ellos al sonido que acompañaba a las sílabas iniciales de las frases contenidas en un himno a San Juan:

 

 

En consecuencia, esos nombres fueron: UT, RE, MI, FA, SOL, LA, SI

Cambiándose, posteriormente, el nombre de la primera, UT, por el de DO. Estas notas estaban ordenadas de la más grave a la más aguda, constituyendo una verdadera escala musical.

 

 

Las Escalas

 

Se llama escala musical a la ordenación, en función de su altura, de las principales notas musicales susceptibles de ser armónicas entre sí. Esta ordenación se hace en relación con una nota de referencia, tónica, que es la que da nombre a la escala.

Las principales escalas, utilizadas en Occidente, son la diatónica, la cromática y la atemperada o de Bach.

 

La escala diatónica está compuesta por ocho notas, repitiéndose la primera y la última, si bien ésta es una octava más aguda. Se utiliza desde la Edad Media. A la distancia entre una nota y la siguiente se le denomina intervalo.

 

La escala diatónica se obtiene eligiendo notas armónicas con la tónica, situadas entre ésta (de frecuencia f) y su octava (de frecuencia 2f). Las notas cuarta y quinta tienen los valores ya conocidos de 4/3 f y 3/2 f. y las demás se obtienen a base de combinaciones de quintas y octavas.

Así, partiendo de la quinta, otra armónica será la quinta de ésta (la quinta de la quinta): 3/2 . 3/2 f = 9/4 f pero ésta no nos sirve al ser mayor de 2f. Entonces, usaremos su octava más baja: 1/2 . 9/4 f = 9/8 f. Repitiendo este proceso, y ordenando las notas por su frecuencia relativa, de menor a mayor, se obtiene el siguiente cuadro donde se indican, también, los respectivos intervalos:

 

 

 

Puede observarse que los intervalos entre las respectivas notas no son todos iguales. A los mayores (1,125) se les denomina tonos y a los otros semitonos, ya que:

(1,053)² ≈ 1,125

 

Tomando como tónica la nota DO, se obtiene la escala diatónica en DO. Las notas de esta escala diatónica se corresponden con las teclas blancas del teclado del piano.

 

En 1.939 se estableció como tono de referencia la frecuencia de la nota LA, producida por el diapasón, que tiene un valor de 440 ciclos/segundo. A partir de ahí se pueden obtener las frecuencias de las restantes notas:

Notas: DO RE MI FA SOL LA SI DO

Frecuencias: 261 294 330 349 392 440 494 523

 

 

Por otra parte, al tetragrama inicial se le añadió después una línea más, convirtiéndose en el pentagrama actual. Además, se adoptaron unos signos, claves, que se sitúan al principio de la composición, para determinar la posición de las notas en el pentagrama. Existen tres claves: la de SOL (para los sonidos agudos), la de DO (para los sonidos medios) y la de FA (para los sonidos graves).

 

La representación de la escala diatónica, ascendente y descendente, en un pentagrama y en clave de SOL, es:

 

 

 

 

Si en vez de basarnos en las quintas para elegir las notas armónicas con la tónica, lo hacemos basándonos en las cuartas, iremos obteniendo otras notas armónicas distintas, que corresponderán con las teclas negras del piano, es decir, con los sostenidos y los bemoles.

 

Un sostenido de una nota ( # ) es un sonido un semitono mayor que ella, y un bemol de una nota (

 ) es un sonido un semitono menor que la misma.

 

De este modo, la escala diatónica se completa con cinco sonidos más, y a esa escala de doce sonidos, más la octava de la tónica, se la denomina escala cromática; utilizada a partir de finales del siglo XIX:

 

Notas: DO DO# RE RE# MI FA FA# SOL SOL# LA LA# SI DO

Frecuen.: 261 277 294 311 330 349 370 392 415 440 466 494 523

 

 

Como puede apreciarse, en esta escala todos los sonidos están separados un semitono, por lo que el sostenido de una nota es igual al bemol de la siguiente.

 

Su representación en la escala de SOL es:

 

 

 

Como un tono no se corresponde, exactamente, con dos semitonos, seguían existiendo intervalos de distinta longitud. Esto daba problemas para afinar instrumentos con saltos fijos, como el piano o la guitarra. Para evitar esto se creó la escala atemperada, donde el intervalo entre un sonido y el anterior se mantiene constante.

Puesto que la relación entre la primera nota y la última era 2, y había 12 intervalos, cada uno de ellos debería tener como valor:

 

La escala así construida resuelve los problemas de afinación, pero no hay que olvidar que los sonidos más armoniosos son los de la escala cromática, que puede utilizarse para afinar instrumentos sin saltos fijos como violines, contrabajos, etc.

 

 

Los Modos

Se entiende por modo el tipo de estructura de una escala musical. Durante la Edad Media se llegaron a utilizar ocho modos distintos. Desde principios del siglo XVII, los modos se redujeron únicamente a dos: el modo mayor y el modo menor.

 

El modo mayor es el que corresponde a la escala diatónica, cuya secuencia de intervalos presenta, como se ha visto, el esquema:

T T ST T T T ST

 

Por tanto, los sonidos en el modo (o escala) DO Mayor coincidirán con los de las teclas blancas del piano.

 

En el modo menor, la secuencia de intervalos adopta un esquema distinto:

 

T ST T T ST T T

Se puede construir una escala mayor o menor en relación con cualquier nota. Es cuestión de ir buscando ordenadamente la cadena de sonidos que cumpla la secuencia de intervalos elegida.

Así, para construir la escala en MI Menor, habrá que buscar primero un sonido que esté a una distancia de un tono entero (T). De MI a FA no hay en el teclado un tono entero sino un semitono, por lo que deberemos utilizar la siguiente nota: FA sostenido. A continuación, se requiere una nota a distancia de semitono (ST), en el teclado: SOL, y así sucesivamente. La escala completa adopta la composición:

 

MI FA# SOL LA SI DO RE MI

 

Ambos modos no producen la misma sensación en el oyente. El modo mayor suena más alegre que el modo menor.

 

 

Acordes y Arpegios

 

Se llama acorde a un grupo vertical de notas de diferente altura tocadas simultáneamente. La unidad básica de construcción de los acordes es el intervalo de tercera. Este acorde se forma colocando una tercera sobre cada nota anterior. Por ejemplo: DO, MI, SOL.

También existen acordes de cuatro o cinco notas. Los acordes toman su nombre de la nota inicial (tónica) y del intervalo entre sus notas.

 

El arpegio es una forma de ejecutar los sonidos de un acorde: en vez de tocarlos simultáneamente, se hacen oir en sucesión rápida, generalmente del más grave al más agudo.

Se utilizan preferentemente en los instrumentos de cuerda pellizcada, como la guitarra, el arpa, etc.

 

 

Sistema Tonal

 

Es un sistema de organización de la composición en el cual toda la obra gira en torno a una misma nota y sus acordes correspondientes. Ello crea una sensación especial en el oyente.

La obra se inicia con la nota elegida. La melodía se va alejando de ella hasta recalar en su quinta (nota dominante), donde se produce un sentimiento de tensión. Después se va regresando a la nota inicial, lo que lleva consigo un efecto relajante. Este proceso se repite una y otra vez. Un oyente atento a una composición elaborada con el sistema tonal es capaz de imaginar, pocos compases antes de su finalización, el modo en que un fragmento determinado va a tener su desenlace. Se dice que es una música previsible.

En cualquier caso, es el mejor sistema para emocionar y fue utilizado desde el principio del barroco (1.600). Durante el siglo XX, algunos autores comenzaron a dejar de lado el sistema tonal y propiciaron otros sistemas organizativos, como el atonalismo, el dodecafonismo y el serialismo.

 

Para poner de manifiesto la nota sobre la que se articula una composición tonal, se utiliza el término tonalidad. Así, si se habla de la 4ª Sinfonía de Mahler, en tonalidad de Sol Mayor, se está indicando que toda la organización de la obra va a girar en torno a la nota SOL, así como que se ha elegido el modo Mayor, por lo que los sonidos utilizados por el compositor habrán sido, preferentemente, los contenidos en la escala en SOL Mayor.

No es fácil, para un simple aficionado, distinguir en qué tipo de tonalidad está compuesta una obra.

 

Esto no tiene nada que ver con las claves que se utilicen, con posterioridad, para representar esos sonidos en las partituras de los intérpretes.

Así, en el caso del piano, se utiliza la clave de SOL para representar los sonidos que va a ejecutar la mano derecha y la de FA para los sonidos correspondientes a la mano izquierda.

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