COCINAR A CUATRO MANOS - Agustín del Pino (Publicado en ABC, el 23.09.2019)
Sí, como el piano. Cocinar a cuatro manos para que no haya discriminación entre hombre y mujer. Esa es la última ocurrencia del gobierno vasco. Que las cocinas de nueva construcción tengan en cuenta que han de ser usadas por la mujer pero obligatoriamente también por el hombre, ese nuevo enemigo social que ha aparecido súbitamente de la mano de una patología llamada feminismo radical que afortunadamente solo padece una pequeña parte de las mujeres de nuestro entorno y, por lo que se ve, de algún gobierno que no tiene otros problemas más graves que resolver. Sería para llorar sino es porque te da la risa tonta ante esta propuesta. ¿O es que vamos camino de que ésta mal llamada democracia que padecemos nos tenga que ordenar qué tenemos que comer, cómo nos tenemos que vestir, con quién tenemos que tomar una cerveza, de qué tenemos que hablar, a qué políticos debemos vituperar y a quiénes debemos ensalzar bajo pena de ir a los infiernos? Después de la cocina obligatoria a cuatro manos quizá siga la de los baños con dos váteres para que hombre y mujer hagan sus necesidades a la vez, no sea que se adelante o vaya más veces el hombre que la prójima. Qué de tonterías tenemos que oír mientras el país sigue sin gobierno y sin pintas de que lo tenga. Y esto sí que es grave.
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